Disfruta de la experiencia de
compartir lo que tú eres mostrando amor a los demás.
¿Dónde aprendimos a ser afectivos?,
¿A demostrar lo que sentimos? Ya sea con un abrazo, un beso, una caricia, etc.,
¿Cuáles son los recuerdos que llegan a la mente? Nuestra mente registra
episodios que alimentan la parte amorosa y que nos permite ser afectuosos. Si
contestamos esas primeras preguntas tendremos las respuestas más sorprendentes
y gratas.
Obviamente también hay experiencias
que no son tan agradables, pero aquí nos enfocaremos a lo que somos como esencia, ¿dónde está todo
lo bueno que tenemos como seres humanos que vivimos y vibramos con nuestros
afectos?, todos los días tenemos la oportunidad de demostrarles a los que
amamos todo lo especial que son para nosotros, ¿para qué privarles y privarnos
de esa bella oportunidad?
Ser afectivos es sencillo, engloba;
poner atención al que habla, aceptar las diferencias, ayudar al que tiene
dificultades, enseñar al que no sabe, dar libertad, acompañar al que está
enfermo, abrazar, besar, preparar su comida preferida, etc. Lo más importante
de todo esto, es disfrutar de las personas que paso a paso aprendimos a amar.
Al menos por el momento no podemos prescindir del amor, somos parte
del amor en la forma que queramos demostrarlo. Enseñemos a nuestros hijos con
nuestro ejemplo, demostremos que los amamos, solo por el hecho de ser y estar
con nosotros compartiendo el espacio- tiempo de nuestras vidas.
Psic. Maira Germán Gutiérrez.
Educación Continua.
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