jueves, 19 de noviembre de 2015

Los Duelos


Enfrentar una pérdida no siempre es fácil, sin embargo, existen opciones que te ayudarán a dejar de experimentar emociones de culpa, tristeza, angustia o desesperación.

En algún momento de nuestra vida todas las personas hemos pasado por una pérdida, derivada de situaciones de muerte de un ser querido, la pérdida de un empleo, el término de una relación amorosa o de amistad o cuando enfrentamos problemas de salud.

En esta ocasión, me referiré a la situación que experimentan algunos padres, quienes al esperar a un hijo sano, reciben un hijo con una enfermedad, siendo prematuro, con una lesión o desorganización cerebral, o un diagnóstico desalentador. Con estas adversidades de vida llegan la tristeza, la angustia, la desesperación y momentos de frustración que no cambian el amor que estos padres tienen hacia su hijo(a), pero sí influye en su dinámica familiar.

Estas situaciones de vida empujan a algunos papás hacia la sobreprotección del hijo(a) con lesión; y en otras situaciones, el coraje y la culpa que experimentan los deja a sí mismos de lado, sin llevar una vida plena en familia, donde los sentimientos se convierten en un duelo no resuelto con el paso del tiempo.

La consigna es actuar. No es fácil ni rápido el proceso, cada persona necesita sus tiempos y a veces se requiere de ayuda profesional para resolverlo.

Aquí algunas sugerencias:

·  PlAtica con otros padres. Asiste a grupos de ayuda donde encontrarás información, personas que pasan por una situación similar, acompañamiento, recomendaciones, etc.
·  Valida tus emociones: Acepta y date la oportunidad de sentir tristeza, coraje, ganas de gritar o llorar, tienes todo el derecho de expresar lo que sientes.  
· TOMA UN TIEMPO PARA TI: Cómete un helado, ve a caminar, lee, ve al cine, disfruta tu platillo favorito, haz ejercicio, respira profundamente, cuida de tu jardín, baila, etc.
·  Recurre a la familia y los amigos: Son los grandes aliados que incondicionalmente te brindarán la ayuda para a salir adelante.
·  Acércate a tu fE: Cualquiera que esta sea, es importante no perderla porque te dará la fortaleza espiritual que necesitas.
·  ACTÚA: Si en este punto te das cuenta que necesitas ayuda de un profesional acércate a uno.

“La intuición es una fuente del conocimiento tan válida como la razón.”
Eduard Punset.

                                         Lic. Maira Germán Gutiérrez. Educación Continua

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