jueves, 10 de marzo de 2016

Gluten vs. Cerebro. Efectos del gluten en el cerebro




“Mi hijo no me hace caso”, “Mi hijo es muy hiperactivo”, “Me reportan muy seguido a mi hijo en la escuela”. Éstas son sólo algunas de las frases frecuentes que escucho mencionar, y mi respuesta ante esto es: ¿Qué es lo que come tu hijo en un día, normalmente?  Y, ¿por qué les pregunto algo que aparentemente no tiene nada que ver? Resulta que la alimentación es básica para el comportamiento y rendimiento de tu hijo. 

El gluten es la proteína que contiene el trigo, cebada y centeno. Por lo que se encuentra en  pastas, tortillas de harina, pan, galletas, pasteles, cereales, en algunas salsas de soya u otro producto que ni nos imaginamos, por eso es importante leer las etiquetas de los productos y si dice trigo, cebada o centeno, tiene gluten.

Un reconocido neurólogo en E.U., miembro del Colegio Estadounidense de Nutrición, David Perlmutter, comenta en su libro “Cerebro de Pan” que el trigo no es el mismo de antes, ya que ahora se mezclan diferentes plantas de trigo (modificadas en laboratorio), para crear esa combinación perfecta de grano que tanto nos gusta. Por lo tanto, nuestro intestino no está diseñado para digerir esa modificación, produciendo alteraciones no solamente en el intestino, sino también cerebrales: “La gente intolerante al gluten puede tener problemas en la función cerebral y no presentar problemas gastrointestinales de ningún tipo” (Perlmutter, 2014: 68). Y resulta ser, que gran parte de la población presentamos alguna alteración (visible o no) cuando consumimos gluten.  

Al igual que la caseína, el gluten llega al cerebro a través de la inflamación intestinal que produce al ingerirse, y según Perlmutter, se adhieren a los receptores de la morfina (droga) en el cerebro, por lo que produce una sensación placentera, de bienestar y euforia. Entre las alteraciones cerebrales se encuentra el autismo, hiperactividad y déficit de atención, migrañas, cansancio mental, así como alteraciones gastrointestinales como la mala absorción de los alimentos disminuyendo la retención de nutrientes, estreñimiento, dolores abdominales, hinchazón, gases, entre otros. 

Por lo que, si nuestro hijo se encuentra consumiendo productos con estas sustancias, se encontrará bajo los efectos de una “droga”, haciendo que sea hiperactivo, disminuya su rendimiento escolar, por ende su aprendizaje, que no siga indicaciones, etc. Y, si su cerebro está bajo los efectos de esta sustancia, será un cerebro poco dispuesto a aprovechar al máximo su potencial.

Es por ello que te recomiendo buscar o hacer en casa tus propias recetas, utilizar harina de maíz, almendra o arroz como una manera de sustituir paulatinamente la harina de trigo.  Es importante disminuir su ingesta para que tu hijo aproveche al máximo sus capacidades.  

El cerebro de tu hijo está en tus manos.


Dra. Thalía Cristina Leyva Torres
Coordinadora AFYCC
Médico Certificado LINCA
afycc@estrella guía.mx


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