Un padre buena onda es quien brinda a sus hijos cercanía amorosa, comunicación plena y una autoridad saludable sin dejar de educar. Pero si aún estás en el aprendizaje de cómo serlo hay cuestiones básicas y sencillas que puedes practicar como:
· Platicar de cualquier tema sin culpas ni vergüenzas, cuidando el respeto y las verdades como son, libre de amenazas como “ya vas a ver cuando…” “te voy a dar una nalgada…” “cuando lleguemos a casa…” o “no te daré…”
· Siempre pedir las cosas de favor (no seas autoritario, la familia es democracia), da una instrucción a la vez, mirando a los ojos y no a larga distancia (si estás en la cocina no preguntes a gritos hacia el otro cuarto).
· En lo posible, ser considerado al evitar interrumpir las actividades que realiza tu hijo para cumplir una orden, mejor dile: “Por favor, cuando termines lo que estás haciendo ¿podrías ayudarme con esto que estoy apurado(a)?” “por favor, necesito de tu ayuda en 5 minutos más”
· Termina con tus sermones repetitivos, mejor míralo a los ojos, se claro y preciso mientras le preguntas “Hijo, ¿escuchaste lo que te dije?” Así, evitarán confusiones y malhumor.
Estos tips te ayudarán a ser un padre formador en valores y buena onda. Feliz día del Padre siempre.
Carmen Garcés
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