martes, 30 de agosto de 2011

Terapia Cráneo-Sacral



La Terapia Cráneo-Sacral (TCS) trabaja con las estructuras del cráneo, de la columna vertebral y el sacro, las meninges del cerebro, la médula espinal, el líquido cefalorraquídeo y las estructuras que lo producen, equilibrándolas y estimulando al cuerpo a inducir las actividades naturales de autosanación. Es una técnica terapéutica basada en el tacto suave y no invasivo de las manos sobre el cuerpo vestido, con el objeto de equilibrar el sistema cráneo-sacral.

La Terapia Cráneo-Sacral resulta un buen aliado para el tratamiento de algunas enfermedades o padecimientos, como lo son por ejemplo: el estrés y síntomas consiguientes; trastornos del sistema central nervioso o lesiones cerebrales (mal de Parkinson, Esclerosis Múltiple, Hemiplejia); consecuencias de accidentes y operaciones, dolores de cabeza, cuello y espalda, dolor y tensión muscular, problemas músculo - esqueléticos, ciática, problemas de las articulaciones, golpes, caídas, alteraciones nerviosas y emocionales, depresión, ansiedad, insomnio, hiperactividad, problemas de concentración (hiperactividad, déficit de atención), cansancio crónico.

Alivia sensiblemente otros trastornos como problemas oculares y orgánicos de tipo respiratorio y digestivo, alteraciones inmunológicas, alergias, consecuencias de accidentes y traumatismos. Problemas de la articulación de la mandíbula (ATM) que suelen asociarse con síntomas como mal aliento dental, rechinar de dientes, dolores faciales y de cabeza, nuca, espalda, oído y mareos. Es una gran ayuda para liberar las tensiones generalmente debidas al estrés, que se acumula en el cuello, la cara y los músculos de la mandíbula.

Craneo-Sacral en Embarazo y parto: muchos de los problemas antes citados se relacionan con traumas durante el nacimiento y particularmente craneales y cervicales al sacar la cabeza del bebé. Los nacimientos por cesárea son una descompensación brusca, al faltar el proceso del parto natural. Por esto y más, esta técnica puede subsanar y evitar hasta un 70% una lesión cerebral. Y las madres también se benefician del tratamiento en su pelvis y columna, antes y después del parto. Hasta en la relajación misma de ella en el proceso de amamantar y estar en mejor condiciones en la relación con su bebé.

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