Es cómico e
interesante la comparativa entre el futbol y la familia, en ambos hay un equipo
de jugadores y un capitán. En ese capitán como el padre de familia, recae la
responsabilidad de formar y comprometer a sus jugadores con el éxito final de
la vida.
Si tú eres
padre, guía a tus hijos como un equipo y conjuga con ellos estos verbos: Aceptar que nada es perfecto; Asumir las reglas del juego o el trazado
de cancha en casa; Confiar en los
dotes de su capitán para dirigir sus enseñas así como, brindar a tus jugadores la libertad para
actuar, equivocándose si es necesario y Felicitar
las pequeñas conquistas o grandes logros de cualquiera de los participantes.
Son tus pasos los que me guían
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